El crédito: un gran protagonista de la recuperación económica
Tras el cierre de 2021, es claro que el gran protagonista del año fue la recuperación de la economía colombiana. Con una tasa de crecimiento del PIB que estimamos en 10%, nuestro país será uno de los más dinámicos a nivel global. Gracias a ello, ya se han superado los niveles de producto que se observaban antes de la llegada del covid-19.
¿Qué contribuyó a este excepcional resultado? Son varias las razones, entre ellas:
- La normalización de la movilidad y las actividades productivas.
- El avance en el plan de vacunación.
- El estímulo desde la política económica.
- Los altos precios de las materias primas.
- El aumento en el flujo de las remesas.
La siguiente gráfica muestra el saldo real de la cartera del sistema financiero en las dos últimas grandes crisis que ha sufrido nuestra economía: la de finales de los noventa (en líneas continuas) y la del covid (en líneas punteadas). Es evidente que el desempeño del crédito en ambos episodios ha sido diametralmente opuesto.
A finales del siglo pasado, los establecimientos de crédito estuvieron en el epicentro de las dificultades
La supervivencia de muchos de ellos se puso en entredicho, ya que el mecanismo de financiamiento hipotecario a través del UPAC se tornó insostenible. Esto condujo a un debilitamiento de las hojas de balance de las entidades financieras, y a un significativo racionamiento del crédito, el cual terminó por incidir en el consumo y la inversión. Como resultado, en ese entonces las principales modalidades de cartera experimentaron una contracción sin precedentes, tanto en magnitud como en duración. Incluso 5 años después del comienzo de dicha crisis el saldo real de la cartera total era inferior en una tercera parte a su valor de inicio.
Por el contrario, en la crisis del covid-19 la cartera mostró resiliencia y dinamismo.
Vale la pena señalar que solo la modalidad de consumo llegó en 2020 a caer 2% en términos reales frente a sus niveles precovid. Entre tanto, la cartera comercial y la hipotecaria no solo no se contrajeron, sino que cerraron el primer año de la pandemia muy por encima de los registros que presentaban antes del arribo del virus al país.
En relación con la dinámica del saldo de cartera, la hipotecaria y la de consumo presentaron una aceleración marcada en el segundo semestre de 2021, lo cual refuerza la hipótesis de que detrás de la actual fortaleza de la demanda interna está la provisión de crédito. Gracias a ello, casi dos años después del inicio de la pandemia, el saldo real de crédito en Colombia está 4% arriba de sus valores previos.
Como podemos apreciar, un factor distintivo de la economía colombiana durante su coexistencia con el covid-19 es que el canal del crédito ha funcionado adecuadamente. En buena parte es por esto, a diferencia de lo acontecido a finales de los noventa, cuando la crisis tuvo un marcado componente financiero, que la recuperación que estamos viviendo ha sido tan sólida.
Más aun, la perspectiva para 2022 es que el crédito continuará fluyendo hacia los agentes que lo requieran, lo cual permitirá que la economía siga avanzando, pese a los grandes retos que enfrentaremos.
Además, la positiva evolución de la cartera nos revela una vez más la importancia de contar con un sistema financiero sólido, con capacidad de movilizar recursos y de transmitir a todos los actores de la economía las medidas de estímulo que ha adoptado la autoridad monetaria. Se trata, en suma, de un marco que resulta esencial para la recuperación y que, por lo tanto, debemos velar por mantener.
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