En múltiples escenarios escuchamos que las empresas que no se transformen digitalmente están condenadas a desaparecer en los próximos años, y la necesidad de implementar tecnología para mejorar los procesos y ser competitivos y sostenibles. Es evidente que el auge de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica, blockchain,, Fintech, la proliferación de las redes sociales nos sumergen en un mundo cada vez más conectado y en continua evolución.
¿En qué consiste la transformación digital?
La Transformación Digital es el proceso por el cual las empresas reorganizan sus métodos de trabajo y estrategias en general, para obtener más beneficios gracias a la digitalización de procesos y a la implementación dinámica de las nuevas tecnologías. Pero realmente implica mucho más que eso, no se refiere solamente un tema de tecnología, dado que requiere un cambio estratégico que debe tener el apoyo y compromiso de la alta dirección. La transformación se debe centrar en el cliente, buscando brindando una mejor experiencia de usuario, mejorando los beneficios y la calidad en el servicio, utilizando la tecnología como un facilitador de estos cambios.
Es importante entender que la transformación digital es mucho más que tecnología, sino que implica estrategia, liderazgo y construir nuevas formas de hacer las cosas en la organización. La transformación debe enfocarse en el cliente, luego en el rediseño de los procesos que la apoyan, y debe tener una consideración especial para el elemento más importante que son las personas, las cuales son las que implementan y la hacen sostenible en el tiempo. Sin una adecuada sensibilización y gestión del cambio en el personal de la compañía es muy probable que la estrategia de transformación digital no funcione como se espera.
Un aspecto importante que debemos considerar es que un gran porcentaje de las empresas en nuestro país, son empresas familiares, cuyo gerente es de la primera generación, quien desarrolló su negocio y ha tenido éxito, sin la filosofía digital; además, hay muy poca implementación de nuevas tecnologías para la optimización de procesos. En este escenario, es muy probablemente que se tenga una alta resistencia al cambio que dificultará la transformación digital de los negocios.
Otro ítem a considerar en las organizaciones es que deben evolucionar en la gestión del talento humano y motivarlo para que desarrollen competencias clave requeridas para desempeñarse en este nuevo entorno digital. Se debe propiciar la formación en habilidades digitales que puedan potenciar su ingenio, innovar y formarse digitalmente para adoptar actitudes emprendedoras. Adicionalmente, la cultura de la organización tiene que enfocarse en lo digital, para lo cual es importante contar con una adecuada gestión del cambio para sensibilizar adecuadamente al personal en todos los niveles de la organización hacia lo digital.
Muchos empresarios tienen la concepción que solamente con la adquisición de tecnología ya se ha logrado la transformación digital, y como lo hemos indicado, no se logra nada si no hay un cambio cultural y estratégico en la organización. Es necesario que la transformación digital se considere como un proceso integral, que involucre globalmente a toda la organización.
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